“La sociedad de la nieve” se estrenó en Netflix el 22 de diciembre y ha obtenido una acogida muy positiva por parte de los críticos. Es una inesperada candidata a Mejor Película Internacional en los próximos Premios de la Academia, que anunciarán sus nominaciones el 23 de enero.
“La sociedad de la nieve” narra la historia del vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya, el cual se estrelló contra la ladera de la cordillera de los Andes el 13 de octubre de 1972.
El avión transportaba a un equipo de rugby Uruguayo llamado Old Christians, así como a muchos amigos y familiares del equipo. El equipo se dirigía a Santiago de Chile para un partido de rugby. En el avión viajaban 40 pasajeros y cinco miembros de la tripulación. Los pasajeros que sobrevivieron al accidente inicial se vieron obligados a sobrevivir en lo alto de las montañas nevadas durante 72 días.
La nueva película de B.A. Bayona no es la primera vez que esta historia se adapta al cine. Aparte de un puñado de documentales sobre el suceso, el largometraje más notable es “¡Viven!”, de 1993, del director Frank Marshall, protagonizado por un joven Ethan Hawke.
Las dos películas son, obviamente, bastante similares, ya que ambas tratan del mismo incidente, pero la mayor diferencia es que “¡Viven!” cuenta con un reparto totalmente estadounidense y de habla inglesa. Incluso ahora, “¡Viven!” parece una forma muy comercial de vender esta historia al público estadounidense de la época.
Treinta años después, esta nueva versión de la historia cuenta con un reparto totalmente hispanohablante y, con la ayuda de la tecnología cinematográfica actual, “La sociedad de la nieve” puede tratar de contar esta historia con la esperanza y el dolor que recorren el relato.
“La sociedad de la nieve” no pierde el tiempo en llevar a los personajes a la ladera de la montaña. En los primeros 20 minutos, se produce el terrible accidente y los personajes se quedan varados. Durante este tramo de la película, puede resultar difícil saber quiénes son los numerosos personajes y cuál será su papel en la historia. Las personalidades y los papeles de los personajes sólo se hacen presentes una vez que han pasado algún tiempo en los Andes. Se trata de una elección consciente para mostrar la forma en que las personas pueden mostrar su verdadero ser en tiempos de crisis.
La película hace un esfuerzo por honrar a todos los fallecidos durante el accidente y los acontecimientos posteriores mediante un texto en pantalla en el que se lee el nombre y la edad de la persona. Aunque este homenaje es apreciado, la película no consigue crear ninguna conexión entre el público y estos nombres durante los primeros momentos de la película. La escena del accidente es aterradora e intensa, pero es difícil conectar con alguno
de los personajes atrapados en la situación, ya que no sabemos nada de ellos.
Los latidos emocionales de la película dependen en gran medida de la narración del personaje de Numa Turcatti (Enzo Vogrincic), una elección interesante teniendo en cuenta el giro que da la película durante la última hora. A pesar de ello, la película no tiene un verdadero protagonista, ni siquiera con la narración de Numa.
“La sociedad de la nieve” presenta impresionantes tomas de laderas montañosas que, aunque muy bonitas, refuerzan la sensación de aislamiento del grupo de supervivientes. El entorno es el villano en esta historia, el cual no permite que los personajes tengan un momento de esperanza con las ocasionales tormentas o avalanchas.
Para contrarrestar los grandes paisajes que rodean el accidente aéreo, Bayona utiliza constantemente primeros planos de los rostros de los personajes que provocan una sensación de claustrofobia, especialmente durante la secuencia inicial del accidente.
Bayona aporta a la película muchas cuestiones morales que las adaptaciones anteriores tocaron pero no profundizaron como lo ha hecho “La sociedad de la nieve”.
Mientras que “¡Viven!” impone un trasfondo más religioso a la película, “La sociedad de la nieve” no lo evita, sino que desafía esos tonos con las experiencias que viven los supervivientes.
Se puede argumentar que esta decisión creativa hace que el final sea más satisfactorio una vez rescatados los atrapados, pero también se puede argumentar que hace que sea mucho más difícil de ver.
Aunque quizá no sea para todo el mundo, “La sociedad de la nieve ” es una de las películas más impactantes que se han estrenado en 2023 y rinde homenaje a los implicados en el vuelo 571 de una forma que no lo han hecho las adaptaciones anteriores.