Traducido por Matias Pedreira
Durante siglos, este país estuvo dividido por las diferentes razas. Durante tiempos de segregación legal, existían lugares, aún aquí en Ogden, en donde se categorizaban las personas de color y se les permitía o no habitar una vivienda. Aunque estas limitaciones ya no son legales, la discriminación aún permanece oculta profundamente en las raíces del sistema de viviendas.
La profesora adjunta de economía de Weber State University, Jennifer Gnagey, está trabajando con la asistente de investigación Marisa Arreguin para cambiar los patrones discriminatorios de vivienda en Ogden y el condado de Weber.
La discriminación en la vivienda no es solo un problema del pasado; la segregación del mercado hace 80 años todavía afecta a Ogden en la actualidad. A través de la investigación de pactos restrictivos raciales, Gnagey ha podido rascar la superficie de por qué algunas partes de Ogden tienen mercados de vivienda más estables que otras.
Esta investigación aún se encuentra en etapas preliminares. Según Arreguin, se están llevando a cabo proyectos similares a nivel nacional. En Minneapolis, el proyecto Mapping Prejudice está mapeando pactos raciales que fueron efectivos para crear y complementar la segregación racial geográfica, afectada por características que definen la calidad de vida.
“Esto significa que las ramificaciones de la segregación se pueden encontrar en los distritos escolares, en la calidad de la educación y los recursos para las escuelas, así como en los valores de las casas debido a la proximidad a áreas menos deseables que están muy cerca de carreteras, fábricas o vertederos,” Dijo Arreguin.
Por definición, la línea roja es el acto de rechazar un préstamo o seguro a una persona en función de que el área en la que vive se considere en riesgo financiero deficiente. Los convenios de restricción racial se establecieron entre las décadas de 1920 y 1940 como un acuerdo contractual que prohibía el arrendamiento, venta, compra u ocupación de una propiedad por parte de un grupo particular de personas, excepto los blancos caucásicos.
“La gente suele pensar que la segregación de viviendas autorizada por el gobierno es algo que solo sucedió en los estados del sur”, dijo Gnagey. “Pero, de hecho, se utilizaron numerosas políticas y prácticas en los estados del norte y oeste para crear y mantener vecindarios segregados racialmente”.
Hasta ahora en su investigación, Gnagey ha encontrado tres pactos raciales, dos en el área este de Ogden y uno en sur de la misma ciudad, que restringía quién podía poseer propiedades en función de su raza e ingresos. El equipo está trabajando para descubrir más de estos pactos a medida que profundizan en las restricciones de la documentación del condado de Weber.
En mayo, la Legislatura del Estado de Utah aprobó la HB 374, que ahora prohíbe los pactos restrictivos sobre la documentación de la propiedad y permite a los propietarios revocar estas restricciones de forma gratuita. Los propietarios pueden hacer esto en cualquier momento que la oficina del registrador de la ciudad más cercana.
Los residentes del condado de Weber pueden encontrar más información a través del grupo de Gnagey “Vecinos promueven la vivienda justa”. La participación de la comunidad es uno de los mayores objetivos que tienen Gnagey y Arreguin.
“La discusión e información sobre el tema es importante porque esperamos que abra la puerta a una gama más amplia de desafíos que conducen a la discriminación en la vivienda, lo que puede llevar a que las personas tomen medidas para demostrar que nuestras comunidades no son un puerto seguro para ninguna práctica de discriminación”, dijo Arreguin.
Este verano, Gnagey y Arreguin también estarán en la Oficina del Registrador del Condado de Weber todos los martes a partir de la 1 p.m. a las 3 p.m. para asesorar a los ciudadanos.