El 27 de septiembre, la Biblioteca Stewart participó en la “Semana del Libro Prohibido” de la Asociación Americana de Bibliotecas. Este año, la Decana de la Biblioteca de la Universidad Estatal de Weber, Wendy Holliday, invitó a los asistentes a leer en voz alta pasajes de sus libros favoritos frecuentemente prohibidos o cuestionados para “dar voz” frente a la censura.
Este pequeño evento fue en la biblioteca del campus. Con una audiencia de más o menos 20 personas, menos de 5 eran estudiantes. Protestadores en contra la prohibición no fueron vistos en el evento.
Algunos libros conocidos que se cuestionan con frecuencia son, “To Kill a Mockingbird”, “Fahrenheit 451”, “A Wrinkle in Time”, “The Hunger Games” y todo escrito por Sarah J. Maas.
“Las bibliotecas tienen miedo,” dijo Holliday. “Hay sanciones penales por desafiar estas leyes”.
Varios oradores se acercaron al micrófono para compartir pasajes de libros cuestionados que consideraban importante compartir. Algunos tenían temas de advertencia y distópicos, muchos contaban con voces diversas y bastantes describen la soledad o la impotencia.
“Es importante preguntarse qué historias son el objetivo. A menudo son historias de mujeres, de personas de color, de personas queer”, dijo Holliday.
A lo largo de la pared del fondo de la sala había una colección de libros frecuentemente cuestionados. Estos libros pueden o no estar prohibidos en algún lugar, pero siempre son objeto de críticas por su material o sus ideas.
“Me ofende que alguien le diga a otro lo que no puede leer. Actos como éste sirven para concienciar”, dijo Charles Trentelman, asistente al acto. “Averigua por qué no quieren que lo leas. Si ellos lo leyeron y emitieron ese juicio, ¿por qué no puedes hacerlo tú?”.