Madison Whitver, una profesional de la salud mental que trabaja en el centro de orientación y servicios psicológicos de la universidad Weber State, recuerda que sus vacaciones más relajantes fueron su visita a Jamaica cuando cumplío 16 años.
Recordó conocer a nuevas personas, experimentar una nueva cultura y soltar a aguas limpias durante una fiesta en la playa para niños.
“Creo que esas vacaciones ayudaron a mi familia a reconectar el uno al otro, a pesar de que fue años atrás”, dijo Whitver.
Su experiencia, como la de muchos otros, ilumina el hecho de que viajar para las vacaciones tiene varios efectos beneficiosos.
“Viajar puede ser muy beneficioso para la salud mental”, dijo Whitver. “Lo que típicamente pasa es que los americanos no usan sus horas de vacaciones, así que pasan más tiempo en el trabajo, lo que usualmente aumenta el nivel de estrés”.
“Whitver dijo que viajar da muchos beneficios de salud. A través de reducir el estrés, los viajeros pueden experimentar menos riesgo de un infarto o de enfermedad del corazón. También pueden tener más felicidad y mejor calidad de sueño y también mejores relaciones con otros. Adicionalmente, planear las vacaciones puede aumentar la felicidad durante las ocho semanas antes de las vacaciones.
Viajeros también pueden regresar con mejor cognición y pensamiento más rápido debido a niveles de estrés reducidos, dijo Whitver.
Sin embargo, con el estrés único que viene con la escuela y el trabajo, puede parecer que reducir el estrés es más fácil de decir que hacer. Este es el caso para Abbie Jones, graduada reciente de la psicología y desarrollo infantil.
“Ahora siento que son buenas. Las espero. Son descanso del trabajo”, dijo Jones sobre las vacaciones. “Mientras que estaba en la escuela, casi las temía porque son estresantes como estudiante, diría. argumentaba que o estoy en una posición buena con la tarea y la hago antes o estoy preocupada durante las vacaciones enteras”.
Whitver dijo que la mejor manera de maximizar los beneficios de salud mental de esos viajes es esforzarse en mantener el enfoque en el momento. Los viajeros necesitan dejar esas preocupaciones en la casa tanto como sea posible. La meta es estar presente intencionadamente.
“Guardar las redes sociales, los celulares y el correo electrónico del trabajo – a menos que sea necesario – verdaderamente ayuda a enfocar en el momento para absorber todos los beneficios”, dijo Whitver.
Jones explicó que durante un viaje, el cerebro absorbe y procesa mucha nueva información. Nuevas caras y paisajes causan rafagas neuroquímicas y crean dopamina, la hormona que hace que nos sentimos buenos. Esa inundación de información provee una distracción para los estudiantes de lo que pase en la casa.
“Necesitan algo nuevo para procesar. Necesitan algo fresco en la mente. Necesitan explorar y quitarse del ciclo que es la vida estudiantil”, dijo Jones.
Viajar de por sí puede causar preocupaciones, como el aeropuerto, pero Whitver dijo que hay medidas que los viajeros pueden tomar para mejorar el proceso. Llevar un refrigerio favorito, viajar con alguien, llegar al aeropuerto temprano y tener una rutina fija pueden ayudar.
“Una de las cosas que me gusta sugerir es siempre llevar o algo para cubrir los ojos o auriculares con cancelación del ruido cuando uno esté seguro y cómodo. Emparejarlo con respiraciones profundas o simplemente respiración con la concienciación dentro del aeropuerto de verdad puede reducir el nivel de ansiedad”, dijo Whitver.
Cuando se trata de el viaje internacional puede haber aún más capas de estrés de navegar para los estudiantes. Con el cambio de cultura y tradición, visitar otros países puede llevar más desafíos para los visitantes extranjeros. Lexie Andrew, graduada reciente de periodismo multimedia de Weber State tiene esta perspectiva sobre viajar internacionalmente.
“Los viajes internacionales, aunque me encantan, me dan un poco de estrés, especialmente si hay vuelos de conexión. Cada aeropuerto es tan diferente y la aduana dura tantísimo y hay un millón de interrupciones que me hace preocupar si llego a tiempo al próximo vuelo”, dijo Andrew.
Andrew recuerda que sus vacaciones más relajantes fueron en un crucero con la familia durante el receso de primavera. Fue la primera vez que Andrew no llevaba su portátil ni tarea en las vacaciones. No tener que preocuparse de la escuela ni el trabajo le dio la oportunidad de vivir en el momento y disfrutar pasar tiempo con su familia.
Los viajes dan a los estudiantes la oportunidad de quitarse de las actividades diarias de la vida, experimentar nuevos lugares y tener experiencias revelatorias sobre estilos de vida distintos.
“Viajar me hace sentir como estoy viva. Es fuera de la rutina normal de la vida. Puedo ver nuevos lugares, experimentar nuevas cosas y conocer nuevas personas. Aun si es un viaje pequeñísimo como al lago Bear, a un lugar en que básicamente crecí, o en un nuevo país en que nunca he estado”, dijo Andrew.
Cuando se trata de los viajes, Andrew prefiere viajar por avión, pero por otro lado, Daniel Hernandez, estudiante de la enfermería de Davis Tech, prefiere viajar en automóvil. Hernandez siente que hay más libertad con los planes del viaje cuando va por la calle.
Para muchos, la etapa de preparación para un viaje puede ser el aspecto más estresante de viajar. Con todos los posibles destinos distintos de un viaje y la necesidad de tener una lista mental de lo que se necesite empacar, las semanas o meses de planificación pueden cobrar un precio de la mente de un viajero.
“Antes del viaje hay un abundancia de estrés que viene con planear, empacar e intentar cumplir todos los pasos requeridos. Después del viaje, me siento más apreciativo en mi vida diaria regular”, dijo Hernandez.
Él dijo que un viaje que efectuar un cambio de su salud mental. Viajar lleva un sentimiento de aventura a la vida y es un cambio refrescante del horario ocupado de la vida, aunque lleve un poco de estrés consigo.
Aunque este estrés existe en el periodo antes de las vacaciones, Whitver dijo que las estudias enseñan que los beneficios de viajar pesan enormemente más que las desventajas. Unas vacaciones pueden ser exactamente lo que los estudiantes necesitan para recuperarse y prepararse para el año escolar venidero.