Estudiantes y facultades de Weber State University tuvieron la oportunidad de asistir un discurso del artista Antonius Oki Wiriadjaia el 18 de marzo en el Browning Center. Wiriadjaia, también conocido por su nombre de artista Foodmasku, enfocó su presentación en la interseccionalidad de arte y tecnología.
El ex becario de Fulbright es bien conocido por su cuenta de Instagram “Foodmasku”, donde hay muchas fotos donde tiene puesto máscaras hechas de varios tipos de comida.
El proyecto empezó cuando Wiriadjaja asistía una llamada de Zoom, y otro artista estaba usando uno de los filtros de cara en Zoom para alterar su cara para que sea un pepinillo. En un momento pequeña de humor, Wiriadjaja juntaba col rizada a su cara como una máscara y de entonces empezó su cuenta de Instagram que documenta Wiriadjaja haciendo cubrimientos de cara diferentes con varios tipos de comida típicas.
Wiriadjaja empezó su presentación hablando sobre la historia y obra antes de Foodmasku, subrayando el video de música que hizo para el artista llamado Saudi. También subrayó su proyecto donde hizo una de las animaciones más grandes del mundo de una piscina, lo cual mostraban en el edificio Interactive Corporation en Nueva York.
Luego elaboró en cómo su cuenta de Foodmasku se basaba en el reto de máscara de cien días.
“Era sorprendente que fuera tan popular. Era tan popular que se convirtió en un meme”, dijo Wiriadjaja.
Su obra era tan popular que él estuvo en la lista de cinco artistas para seguir en Instagram según New York Times. Sin embargo, se encontró en más tiempos difíciles.
Wiriadjaja notó que algunas de sus obras habían sido robados y publicados en otras cuentas o en otras redes sociales. Él expresaba como era un problema para artistas como él que estaban publicando solamente para exposición. Este problema inspiraba un interés en propiedad digital y lo que se conoce como el la “cadena de bloques”.
De esta investigación, Wiriadjaja encontró los tokens no fungibles, más comúnmente conocido como NFTs, guiando a su tema principal sobre sus obras de arte y tecnología. Al crear sus obras con “acuñación” y vendiéndolos como un NFT, Wiriadjaja superó a los que robaban su arte.
“Pero al menos, comprenden esto, los artistas tienen la oportunidad de tener propiedad sobre algo que han creado y consiguen algo más que los ‘no me gusta’ y seguidores” dijo Wiriadjaja.
Wiriadjaja explicó que otros contratos, como acuerdos de licencia, son de corto plazo y no duran por mucho tiempo. Sin embargo, sus obras de NFT, aun si lo revenden, todavía proveen regalías para él como el creador original. Ese dinero lo deja vivir como artista. Adicionalmente, Wiriadjaja regala porciones de sus ganancias de los NFTs a varios sin ánimo de lucro, como trans-lifeline y recaudación de fondos para bancos de comida en la ciudad de Nueva York.
Otro punto que hizo Wiriadjaja era la importancia de digitalizar obras de arte. Cuando viajaba a Indonesia para aprender títeres de sombra, notaba si los maestros del arte que conoció ahí murieron, el arte y sabiduría murieron con ellos.
“Es nuestro deber como artistas digitalizar las cosas que ya tenemos, el arte que tenemos para que podamos ver nuestro futuro con el arte ahí,” Wiriadjaja dijo.
Wiriadjaja habló de la importancia de ver los beneficios que tienen los NFTs, señalando a sus amigos y colegas que la pandemia les chocó. Cerraron sus galerías y producciones, y su fuente de sueldo paró. Sin embargo, podían sobrevivir al vender su arte como NFTs en línea.
“Al digitalizarla y convertirlos tokens no fungibles, ellos podían continuar viviendo como artistas,” dijo Wiriadjaja.
Sin embargo, solamente las ventas grandes son encabezados para NFTs. Los que ganan millones llenan las noticias en vez de Wiriadjaja y sus amigos que están sobreviviendo.
“Quisiera que más personas hablaran con artistas que están usando esto como una forma de soportar a ellos mismos”, dijo Wiriadjaja.