El festival de cine de Sundance de 2025 terminó el 2 de febrero, concluyendo los once días de cineastas y artistas independientes que mostraron sus obras en las colinas nevadas de Park City. Su fin llevó la cuenta regresiva para el último festival asegurado de Utah.
El año pasado, el instituto de Sundance anunció que estaba buscando una nueva ciudad para ser anfitrión del festival anual, diciendo que después de 40 años, su contrato con Park City y Salt Lake City iba a terminar. En septiembre, anunció sus tres finalistas para la puesta en 2027: Boulder, Colorado; Cincinnati, Ohio; y Salt Lake City/Park City.
Una decisión se tomará tarde en el invierno o temprano en la primavera, “mucho después del festival de 2025”, dijo el instituto en un comunicado de prensa.
La incertidumbre crea muchas preguntas para los dueños de empresas y a los que les encanta el cine en Utah.
Scotty Petty es el jefe de Sock City en Park City, una tienda de regalos que vende una gran variedad de medias y ropa únicas. Petty dijo que aunque no es cierto que las ventas aumenten durante las semanas del festival, la fama del festival por sí misma es una intriga para los visitantes durante todo el año.
“Aunque no es un cambio de ventas monumental, todavía es bueno tener ojos en Park City”, dijo Petty. “Siento que la falta de ese lema disminuirá la reputación de la ciudad”.
Aunque Park City se conoce por sus centros de esquí, su reputación se reafirma por tener un evento tan exclusivo y lleno de estrellas en sus teatros. Destaca a Utah como un área clave para el cine.
Rachel Deherrera, un estudiante de Weber State que estudia las medias digitales y la producción de sonido, cree que la ausencia de Sundance podría disminuir a la comunidad de cine.
“Si Sundance ya no está asociado con este lugar, no va a estar presente en las mentes de la gente”, dijo DeHerrera. “Tal vez haga una conexión aquí. Mi carrera podría hacerse, y si ya no la tengo aquí, solo da la desventaja a cineastas locales que quieren recibir oportunidades de establecer contactos”.
DeHerrera ha pasado los dos años pasados como voluntario en el festival, dedicando más de 40 horas de servicio para asegurar que todo pasa sin problemas. Cree que el ambiente del festival no podría replicarse en Boulder o Cincinnati.
“Park City es un lugar tan especial”, dijo DeHerrera. “Está en las montañas. Es aislado. Se cierra la calle principal, entonces se siente exclusivo”.
Sin embargo, la infraestructura de Park City tal vez ya no pueda soportar el influjo de gente que el festival atrae. Es uno de los factores que el instituto de Sundance considera mientras que selecciona la nueva ciudad. El festival atrae decenas de miles de visitantes cada año, lo que abruma un sistema creado para una población normal de solo un poco más de 8,200.
Como empleado en la calle principal, Petty dijo que el festival puede ser difícil de navegar. No hay estacionamiento reservado para empleados durante ese tiempo, lo que hace que tengan que encontrar otras opciones para ir al trabajo.
“Siento que si ponen un mejor esfuerzo en expandir los sitios del festival en vez de abandonarnos, podría ser la solución”, dijo DeHerrera.
A pesar de lo que se anuncie durante los meses venideros, Utah será el anfitrión del festival al menos una vez más el próximo año desde el 22 de enero hasta el primero de febrero. Hasta entonces, las cineastas y empresas esperan ansiosamente para aprender lo que pasará en el futuro del festival.