Al entrar al Two-Bit Street Café de la histórica calle 25, uno puede pensar que lo mejor del restaurante es el encantador ambiente histórico, o la deliciosa comida que sirven.
Si bien ambos aspectos sin duda suman a la maravillosa experiencia de comer allí, lo mejor del café es la gente que trabaja allí. Especialmente la dueña del café, Penny Allred-Dayley.
Allred-Dayley es, en su mayor parte, una chef autodidacta. Tomó algunas clases de cocina en Inglaterra, pero aparte de estas, el resto lo aprendió por sí misma.
“He cocinado desde que tenía edad suficiente para ponerme en la cocina”, dijo Allred-Dayley.
Sus platos principalmente vienen de una variedad de recetas familiares, recetas aprendidas durante sus viajes y recetas que ella creó por su cuenta.
Allred-Dayley no escribe la mayoría de sus recetas. Mantiene cada una en su memoria.
“La mayoría de veces no escribo las recetas, no lo necesito”, dijo Allred-Dayley. “Todo está aquí, en la masa cerebral. Tengo un arsenal ahora de unas 80 sopas y creo que no tengo ni una que haya escrito”.
A Andrew Shorts y Rylee Fredrickson, ambos meseros de Two-Bit Street Café, les encanta trabajar con Allred-Dayley.
“Penny es la definición de autenticidad”, dijo Shorts.
Aparte de ser una chef talentosa, otra cosa impresionante de Allred-Dayley es el amor, cuidado y aprecio genuino que tiene por cada uno de sus clientes.
No es nada extraño entrar al café y verla sentada en una mesa hablando con los clientes.
Allred-Dayley recuerda a muchas personas que ha tenido el privilegio de ver crecer con el paso de los años, y mantiene a cada una de ellas cerca de su corazón.
“Nunca ha sido por el dinero. Ha sido más bien una forma de conectar con la comunidad y de devolverle algo a la gente”, dijo Allred-Dayley.
Allred-Dayley nunca deja de ir más allá para sus clientes. En varias ocasiones clientes han venido a ella con especificaciones como comida sin gluten, vegetariana o vegana. Cuando el tiempo lo permite, va a la cocina y crea una receta en el momento que se ajusta a las necesidades específicas de los clientes.
Allred-Dayley describe sus 20 años al mando de Two-Bit Street Café como un “trabajo de amor”.
Aunque ser propietaria de un restaurante es exigente, requiere mucho tiempo y a veces es agotador, Allred-Dayley cree que su tiempo en el café ha sido una de las experiencias más gratificantes de su vida.
Durante gran parte de su vida, Allred-Dayley ha tenido a muchas personas que le han dicho que abra un restaurante. Siempre decía que no por miedo a dejar de disfrutar de la cocina al convertirse en su trabajo, pero ahora que lo es, Allred-Dayley solo se arrepiente de no haberlo abierto antes.
“Vivimos nuestras vidas y nunca estamos seguros de dónde nos va a llevar, pero así es la vida. No siempre tienes el control y no puedes tenerlo,” dijo Allred-Dayley. “Solo lo haces lo mejor posible y lo intentas lo mejor que puedes y siempre das lo máximo. Esfuérzate al máximo. Todo lo que importa es poder estar orgullosos de lo que hacen.”