Liz Stone solo tenía 16 años cuando se asesinó su mejor amigo. Cayó en una depresión profunda, ella fue hospitalizada por un intento de suicidio. Poco después de que salió del hospital fue violada por un amigo de la infancia. En el momento en que ella tenía 17 años, empezó a salir con un hombre joven, se comprometieron y, antes de darse cuenta, ella luchó por la vida otra vez.
Stone fue una de los 11 panelistas de líderes religiosos y profesionales académicos que fueron invitados para discutir “La palabra con p” (el panel se llamaba “The f Word” en inglés), o el perdón, acogida por el Dr. Forrest Crawford y Forgiveness Project.
“Me comprometí a un hombre joven, y nos mudamos a un apartamento del sótano, y él cambió por completo”, dijo Stone. “Él me abordaba al suelo y que me estrangulaba hasta que me desmayé.”
Stone contó muchas de las cosas que ocurrieron mientras estaba cautivo en ese sótano. Por fin ella encontró el coraje para salir y se vio obligado a suprimir los recuerdos con los hábitos malos, hasta que encontró a un hombre que se preocupaba por ella. Con él, se formó una familia e intentó de seguir adelante, pero se mantenían los recuerdos.
Los panelistas discutieron sobre las muchas situaciones similares y exploraron el poder del perdón.
“El perdón no es un solo momento de ‘ajá’ “, comentó la panelista reverenda Shelley Page. “Es un proceso de tener compasión por ti mismo, tener compasión por sus amigos y seres queridos y, por último, tener compasión por el perpetrador”.
Panelista Dr. Stephanie Wolfe habló de la importancia del cierre para la víctima.
“Los sobrevivientes necesitan justicia. Sin la disculpa, nunca se puede dejar la idea de que usted va a ser objetivo de nuevo”, dijo Wolfe. “La justicia penal legitima el mal, pero no dice lo siento”.
Otra panelista, Dr. Maria Parilla de Kokal de departamento de Psicología de WSU, comentó sobre el poder de perdonar, aunque el perpetrador no quiere el perdón.
“No todo el mundo se siente mal o incluso no le importa”, dijo Kokal. “¿Pero usted lo siente? Y eso es lo que importa; eso es lo que hace la diferencia.”
Por fin, 25 años después de que Stone se escapó de aquel sótano, ella decidió enfrentarse a su captor, junto a su marido, y le perdonó.
“Me puse de pie frente a frente a este hombre”, dijo Stone. “Vi a un hombre sacudido y menguante, tal como yo lo había sido hace 25 años”. Dijo que se sentía poderosa. Con coraje, ella explicó que lo perdonó por todo lo que había hecho. Ella se sorprendió cuando él negó los hechos.
“Fue en ese momento que me di cuenta de que el perdón no era de él, se trataba de mí”, continuó Stone. “Fue entre mí y mi salvador, y no le implica.”
Panelista hermano Hollist del Instituto de SUD de Ogden añade a la importancia del perdón de uno mismo.
“Perdonamos para liberarnosy salir adelante”, dijo Hollist.
“El perdón es para ti”, continuó Stone. “Es la cosa más difícil que he hecho, pero la parte más poderosa de mi recuperación”. La historia completa de Stone se encuentra en la página web de Forgiveness Project en theforgivenessproject.com.
Traducido por Taran Wheeler